Son un recurso muy útil que nos permite trabajar muchísimos valores. Os presento tres ejemplos:
- ¿Me miro al espejo y qué veo? Esta actividad se puede realizar en parejas del mismo sexo o del sexo contrario. Consiste en que los niños se miren frente al espejo y que aprendan a ver las diferencias físicas que existen entre ellos, pero que a la vez observen y comprendan que son muy parecidos y que las diferencias no deben ser motivo de discriminación, superioridad o rechazo, sino algo normal.
- “Sé cómo te sientes”: sentados en círculo, preguntamos a los niños cómo se sienten en ese momento. Después, les propondremos que se imaginen cómo se sienten varios personajes en situaciones concretas como del tipo: Rosa no deja a Luis subirse al columpio, ¿Cómo se sentirá Luis?; Andrés invita a todos a su cumpleaños excepto a Abdul, ¿cómo se sentirá Abdul?; Pedro le ha dicho a Laura que es muy guapa, ¿cómo se sentirá Laura?, etc.
- “Un beso para ti, otro para ti”: ponemos música de fondo para que los niños bailen y se muevan libremente por el aula al ritmo de la música. Cuando se crucen con un niño tendrán que mirarle a los ojos y sonreírle. Luego tendrán que saludar con la mano a alguien que encuentren en su camino; y después, cuando se crucen con alguien tendrán que darle un besito o un abrazo. Por último, comentaremos cómo se han sentido.
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