La convivencia, al contrario de la coexistencia, hay que
construirla, e implica, entre otras cosas aprendizaje, tolerancia, normas
comunes y regulación del conflicto. Como acción de convivir, lo más destacable
es que la convivencia requiere aprendizaje; es un arte que hay que aprender. La
convivencia implica a dos o más personas o grupos que son diferentes, en una
relación en la que siempre intervienen otros y que, además, está sujeta a
cambios incesantemente, exige adaptarse a los demás y a la situación, es decir,
ser flexible.
- Carlos
Jiménez y Graciela Malgesini. “Guía de conceptos sobre migraciones racismo e
interculturalidad”. Ed. La cueva del oso. Madrid.1997.
No hay comentarios:
Publicar un comentario